Estoy acá, esperando que se reestablezca la conexión por terminal al PC de desarrollo en donde estoy terminando arreglos que dejé para demasiado sobre la hora, rodeado de bolsos a medio armar, con la heladera cargada de las típicas comidas pre-hechas, con la mesa llena de cosas que falta aun meter en algún lado (como protector solar, cámara de fotos, bolsas con pañales, etc, etc.)... lo que solo significa una cosa: nos vamos para la playa!!!
Digo, con la frecuencia que estoy actualizando el blog nadie se va a dar cuenta de que no estoy una semanita, pero aviso que hasta la semana que viene segurísmo que no van a tener noticias por acá... ;)
Otra cosa (que quiero dejar por escrito): seguramente en estos días se acabe el problema de la sequía. Atentos con eso también...
Saludos y vamo' arriba!!!
20.2.09
13.2.09
La separación del Peyote
Mucho se habla en estos días de la vuelta del Peyote asesino para el Pilsen rock 2009, lo que también reaviva las cenizas del por qué de su pelea y separación (o separación y pelea, según otros) en pleno auge de la banda allá por 1999. El tema se polarizó y se "amarillizó" rápidamente en ese momento, con comentarios, entrevistas, versiones, y cartas.
Creo que ya es tiempo de hechar luz sobre este tema y contar las verdaderas causas que provocaron el abrupto final de la banda. Cómo un mortal de a pie como yo puede hacer esta aseveración tan absoluta, se preguntarán. Fácil, porque estuve allí.
Mediados de 1999. Creo que era invierno para primavera. Primer año estudiando en Montevideo, viviendo con Stv y el Teto. A través de Stv en contacto con Roberto Rodino (dios de los drum masters en Uruguay y trabajando en ese momento con el Peyote), éste consigue una invitación para ir a ver un ensayo de la banda, que se encontraba preparando material para su aboratdo 3er. disco. Marchamos hacia la guarida peyotera, a metros del club Miramar y a no muchos metros más del mítico Apto 502 de Rivera y 14 de Julio, a la que llegamos en pocos minutos. Golpeamos. La impaciencia desbordaba. Estabamos a punto de entrar a un templo sagrado. Apenas se abre una rendija y el par de ojos que mínimamente se asomaban nos dirigió un seco "Quiénes son?". Explicación mediante de cómo habíamos develado el oscuro secreto de la ubicación del bunker del Peyote, la puerta se cierra con violencia. No hablamos. No nos miramos. Apenas respirábamos. A los pocos segundos, que contuvieron muchos minutos de ansiosa espera, se vuelve a abrir la puerta y la misma voz seca pregunta "Sos Stv?", a lo que él responde. Más seco aun fue el "Pasá". Creo que todos estallamos en nuestro interior: ibamos a entrar! Habíamos derribado todos los obstáculos e ibamos a compartir la más profunda intimidad de la banda del momento, que tanto habíamos seguido desde abajo del escenario o desde el otro lado de sus discos. Stv se adelantó y pasó. El Teto enfilaba hacia la puerta y yo cerraba filas. Y lo increible sucedió: después de que Stv cruzó el umbral, la puerta se cerró. La voz seca había cometido un error que marcaría la historia del rock uruguayo. Dimos una oportunidad al destino de redimir este error, y sin siquiera preguntarnoslo nos quedamos esperando a que la puerta se volviera a abrir. Esperamos 5 minutos. 10. 15. Y nos fuimos.
A los pocos meses la banda se separó y el resto ya es historia conocida. Una casualidad dirán. No se, yo no creo en las casualidades.
Creo que ya es tiempo de hechar luz sobre este tema y contar las verdaderas causas que provocaron el abrupto final de la banda. Cómo un mortal de a pie como yo puede hacer esta aseveración tan absoluta, se preguntarán. Fácil, porque estuve allí.
Mediados de 1999. Creo que era invierno para primavera. Primer año estudiando en Montevideo, viviendo con Stv y el Teto. A través de Stv en contacto con Roberto Rodino (dios de los drum masters en Uruguay y trabajando en ese momento con el Peyote), éste consigue una invitación para ir a ver un ensayo de la banda, que se encontraba preparando material para su aboratdo 3er. disco. Marchamos hacia la guarida peyotera, a metros del club Miramar y a no muchos metros más del mítico Apto 502 de Rivera y 14 de Julio, a la que llegamos en pocos minutos. Golpeamos. La impaciencia desbordaba. Estabamos a punto de entrar a un templo sagrado. Apenas se abre una rendija y el par de ojos que mínimamente se asomaban nos dirigió un seco "Quiénes son?". Explicación mediante de cómo habíamos develado el oscuro secreto de la ubicación del bunker del Peyote, la puerta se cierra con violencia. No hablamos. No nos miramos. Apenas respirábamos. A los pocos segundos, que contuvieron muchos minutos de ansiosa espera, se vuelve a abrir la puerta y la misma voz seca pregunta "Sos Stv?", a lo que él responde. Más seco aun fue el "Pasá". Creo que todos estallamos en nuestro interior: ibamos a entrar! Habíamos derribado todos los obstáculos e ibamos a compartir la más profunda intimidad de la banda del momento, que tanto habíamos seguido desde abajo del escenario o desde el otro lado de sus discos. Stv se adelantó y pasó. El Teto enfilaba hacia la puerta y yo cerraba filas. Y lo increible sucedió: después de que Stv cruzó el umbral, la puerta se cerró. La voz seca había cometido un error que marcaría la historia del rock uruguayo. Dimos una oportunidad al destino de redimir este error, y sin siquiera preguntarnoslo nos quedamos esperando a que la puerta se volviera a abrir. Esperamos 5 minutos. 10. 15. Y nos fuimos.
A los pocos meses la banda se separó y el resto ya es historia conocida. Una casualidad dirán. No se, yo no creo en las casualidades.
10.2.09
Llegando las vacaciones
Transmitiendo al blog esta sensación de ya acariciar las vacaciones, van fotitos de algunas previas que hemos hecho...
Baldeando el fondo... no es la playa pero nos mojamos bastante!
Carpa improvisada (adivenen quien se tenía que meter a jugar...)
Le petit piscinè
Por fin playa de verdad!!!
Una pinturita!!!
1.2.09
Aporte para estos tiempos de sequía
Intentando aportar, como siempre lo intentamos, al bien de la sociedad, en esta oportunidad estaremos compartiendo una simple idea respecto al tema de la sequía que, a pesar de las recientes lluvias, golpea a todos los uruguayos de una forma u otra.
La idea es, como ya dijimos, simple: por qué no aguantamos para hacer pichí cuando nos bañamos? Los "cisternazos" que nos ahorraríamos pueden parecer pocos en una mirada individual, pero multiplicados por 3 millones se pueden tornar significativos. Tampoco es una medida tan antihigiénica como tirar la cisterna una vez si y una vez no, que también se manejó dentro del equipo de redacción en la brain-storming que dio origen a este post.
En fin. Tiramos la idea. Dejamos el aporte. Que la sociedad lo tome o lo deje...
La idea es, como ya dijimos, simple: por qué no aguantamos para hacer pichí cuando nos bañamos? Los "cisternazos" que nos ahorraríamos pueden parecer pocos en una mirada individual, pero multiplicados por 3 millones se pueden tornar significativos. Tampoco es una medida tan antihigiénica como tirar la cisterna una vez si y una vez no, que también se manejó dentro del equipo de redacción en la brain-storming que dio origen a este post.
En fin. Tiramos la idea. Dejamos el aporte. Que la sociedad lo tome o lo deje...
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