17.7.09

El del padre

Todos los días son diferentes, con sus vueltas, con sus cosas. Todos los días son iguales, días que pasan al final de cuentas.
El Domingo pasado fue un nuevo día del padre, y soy reiterativo al decir que no creo en los "día de", de la misma forma en que soy reiterativo diciendo que desde hace unos años es un día diferente.
Este fue tan simple como lindo, adjetivos que no de casualidad aparecen juntos de forma continua, por más que el devenir del mundo nos quiera hacer creer que no es así y que la belleza sea un proceso cada día más rebuscado de cristalizar.
Amanecer con besos de las chicas y desayunar con ellas estrenando la nueva cámara de fotos (al fin!). Almorzar con tooooooooda la familia, todos los padres incluídos. Tarde de padre con la gorda y Ezequiel, uno de mis sobrinos, en el Parque Rodó haciendo un poco de juegos extremos, como lo atestiguan las imágenes.


Reconozco que el promedio de edad en las tacitas era de 5 años si no me cuento a mi mismo, lo que no fue impedimento para que haya el que más cerca estuvo de vomitar en la vuelta... Definitivamente las cosas que giran no son para mi!
Simplemente gracias!

8.7.09

Ablando hablando

Tengo en mis manos en este momento el libro de calambures de Santiago Tavella (bajo del Cuarteto de Nos, que, a propósito, parece estar preparando un nuevo disco del que ya se pueden escuchar temas en la página oficial).

Qué es un calambur? El autor lo define en la contratapa como "... el nombre que usted desee darle a Elsa lame el salame..." En definitiva son jueguitos verbales dignos del Cuarteto, o más específicamente, dignos del trío psicópata Tavella-Musso-Musso.

Solo con esta introducción y sin mucho más que decir, los dejo con un fragmento de la obra...



"Como una vez en la cancha de Wanderers...
vi una fémina con una delantera estupenda
desde entonces no pude dejar de pensar en el
par que viera en el Parque Viera"


...


"Me hicistes acordar, con esto de boludo, a un tipo que tenía un
miembro viril con habilidades increíbles, su tripón competía
en distintos deportes y cuando ganaba practicaba
natación para festejar, como la otra vez que
al haber ganado la verga nadó"


Ah, me olvidaba... Por si solo el libro no valiera la pena para llorar de la risa un rato, vienen de obsequio, obras también de Tavella, unos dibujitos medios locos de caras formadas por palabras utilizadas en los diálogos...



Imperdible! Gracias Gorda!