5.8.08

Por la vuelta...

Tremendo partido pudimos ver las 5000 personas (3000 aguateras y el resto de Goes y "neutrales") que estuvimos el Sábado pasado en el Cilindro. Pintaba así por donde se lo mirara: una final, el más grande de los clásicos del basquetbol (al menos en lo popular), estaba en juego la posibilidad de un ascenso, y además iba a desnivelar la balanza de victorias clásicas en el año (llegaban con 2 cada uno). Pintaba tremendo, y así lo fue... hasta por demás.
El partido en sí fue atrapante, al menos para los que lo vivimos como hinchas porque de basquetbol hubo bastante pocas rachas. La emoción se acumulaba para el final: Goes siempre arriba y dominando hasta el último cuarto y Aguada bancado por un Gibson que hacía todo, reboteaba en defensa, reboteaba en ataque, intentaba bancar a Wilkerson, generaba fouls... por momento la estrategia aguatera parecía tirar una pedrada para Gibson peleando contra 4 bajara el rebote y anotara... así y todo, con un Pepe Mackiewicz que demuestra por qué la hinchada lo banca a muerte, Aguada mete una arremetida para llegar a un final cerrado. Lo que faltaba para redondear la noche...
En este punto la historia es más o menos conocida: Aguada 1 arriba y con la pelota, zafa de la presión sin que Goes pueda cortar y cuando la gente poco menos que se abrazaba festejando la victoria, Aguilera tira un triple inconcebible que da la chance a Goes de recuperar la bola y tener una última jugada con poco más de un segundo. En el saque, Wilkerson tira fuera de tiempo (para la tranquilidad de la familia de Aguilera) y la mete podrida.
Podrida, valgame la redundancia, fue la que se armó cuando todos perseguían raudos a los jueces a ver que había pasado. Parece que Reig (DT de Goes) garronea a Gibson y se arma: Gibson arremete y parece que atendía a toda la tribuna de Goes el solo, la gente que invade, los bancos que vuelan, Cachete García que garronea a Trasante, los dirigentes que se dan entre ellos, la policía (no más de 15 en ese momento) que solo atina a proteger a los jueces, y el garrón totalmente descalificante que le mete el peluquero a Cuelho. Los capos de las barras que se gritaban desde los costados de la cancha, pero ninguno arrancaba para los guantes, demostrando que son pocos los guapos, y en definitiva Aguada que va por esta segunda posibilidad de ascenso, con cuadro diesmado y todo por las penas (en este instante deben estar saliendo los fallos del tribunal) que se van a comer unos cuantos, pero habiendo demostrado nuevamente ser de los pocos equipos (junto a 25 y capaz que alguno más) cuya hinchada saca adelante partidos... por eso mañana y el Sábado todos al Cilindro... por la vuelta...

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