5.10.07

Amarilla

Me gusta la ciudad con sus árboles en esta epoca. Cualquier charco en la vereda sirve de trazo para que las semillas de los plátanos se junten y decoren la ciudad de manchas amarillas.
Las calles reviven por un instante. Su gris se torna más colorido. Parecen la obra de un artista que quiere revivir una vieja escultura, ya triste y oscura.
Las manchas viajan con el viento, la obra está viva. Cada mirada es un cuadro diferente. Cada mirada es un recuerdo de un cuadro que jamás volveremos a ver.
Vemos nuestra nueva ciudad nacer y morir, obra de la tierra el aire y el agua. Inspirador.

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