Entre el Martes y el Miércoles, falsa amenaza de bomba de por medio, se votó en el senado la nueva Ley de salud sexual y reproductiva. La ley en sí fue aprobada por unanimidad, pero no fue aprobado el artículo 2do. concerniente a la interrupción voluntaria del embarazo. En resumen, no se legalizó el aborto.
Hasta acá todo bien. Se tomó una decisión con la que se puede estar a favor o en contra, como miles que se toman en las cámaras y ni nos enteramos.
Pero en este caso la cosa no quedó solo ahí. Dado lo delicado del tema y las rispideces que desata en diferentes colectividades (organizaciones de derechos humanos, religiones y organizaciones religiosas, etc.) y en la prensa, nos enteramos de algunas argumentaciones increibles que dieron "nuestros representantes".
Por ej., tenemos el caso de Juan Justo Amaro, que basó su voto negativo en la baja tasa de crecimiento demográfico del Uruguay y la comprobada traba que es esto para el crecimiento económico. Esquematicamente, podemos resumir su razonamiento de la siguiente forma:
Pero en este caso la cosa no quedó solo ahí. Dado lo delicado del tema y las rispideces que desata en diferentes colectividades (organizaciones de derechos humanos, religiones y organizaciones religiosas, etc.) y en la prensa, nos enteramos de algunas argumentaciones increibles que dieron "nuestros representantes".
Por ej., tenemos el caso de Juan Justo Amaro, que basó su voto negativo en la baja tasa de crecimiento demográfico del Uruguay y la comprobada traba que es esto para el crecimiento económico. Esquematicamente, podemos resumir su razonamiento de la siguiente forma:
Crecimiento economico <--> Crecimiento demografico <--> Penalizar los abortos
O sea que según su lógica está bien que nazcan niños, sin importar las condiciones y las oportunidades que les pueda brindar su entorno, para que no tengamos especificamente esa traba (de la traba puesta por la poca lucidez de nuestros gobernantes, no se preocupa por el momento) para el crecimiento ecónomico del país. Genial!
Por otro lado tenemos a Alberto Cid y Carlos Baraibar, cuya argumentación (dada a la prensa incluso antes de la sesión del senado) por el voto negativo se basaba en no "poner en apuros" al presidente y "forzarlo" a vetar la propuesta. ¿Habrán faltado los senadores a la segunda clase de Educación moral y cívica de 3ro. de liceo, donde nos enseñaron sobre la república y la independencia de poderes? Vamo' arriba muchachos, voten por sus convicciones (con las que supuestamente están representando a la gente que los puso ahí). Y peor, dejen de pensar que la gente es estúpida y se cree sus argumentos para evitar poner al presidente en una situación complicada.
Más allá de lo que se piense sobre la ley y su polémico 2do. artículo, el tema sirvió para ver una vez más la gente que supuestamente nos está represantando y tomando decisiones claves en nuestro nombre. ¿Será como dice el dicho: "un pueblo tiene los gobernantes que se merece"?
PD: Si les interesa, se puede ver la lista de votos de esta ley acá
3 comentarios:
Que increíble que se hayan esgrimido esos "argumentos"!! A cual de los dos más insensatos... Cuesta creer que dichas personas estén representando a un segmento de la población ¿De qué carajo hablamos cuando hablamos de democracia representativa?
prefiero no opinar para no poner en aprietos a manolo...
En aprietos? Qué hice (ahora)? Levanto las manos y digo "yo no fui"... ;)
Hoy tenemos posibilidades de ver a "nuestros representantes" nuevamente en acción, discutiendo sobre la nueva ley de tránsito. Juzguenme de prejuicioso, pero seguramente tengamos a algún lúcido diputado/senador argumentando en contra del casco porque es incómodo, o que bajar el tope permitido para la alcoholemia de 0,8 a 0,3 es un salto demasiado grande... Esperemos que no, pero...
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