29.5.09

14/5 v1.28

Con los fríos de este año empezó mi año 28 de vida. Habitualmente digo que no creo en los "día de", lo incluye los cumpleaños, pero este año admito que, como casi siempre, fue un día especial. Creo que el 14 pasado asumí de forma profunda una intención que intento plantar hace mucho tiempo: vivir en paz. Vivir en paz no es que no me rompan las bolas con nada, que nada me importe, no estresarme por nada. No. Lo empiezo a procesar como algo más profundo que me lleva a hacer lo que tengo que hacer para sentirme bien y que eso sea el motor para que todas las personas que quiero se sientan bien.
También es bueno saber que esas ideas que maduraron por mucho tiempo en mi, y que me esforcé porque maduraran, hoy comiencen a cristalizarse como realidades que van naciendo. Así otros propósitos de mejorar que parece que nunca se van a concretar vuelven a latir en una esperanza de que algún día se vuelvan parte de mi.

Rezar, trabajar, confiar. Ese es el camino que me enseñaron siguen los propósitos en nuestra vida, pero que nunca logré aprender del todo. Recién ahora creo tener una visión más certera, aunque aun largamente incompleta, de lo que me quisieron transmitir. Recién ahora empiezo a confiar en ese camino, aunque todavía me quedan muchas amarras que soltar.
La rigidez se quiebra. Es solo una pequeña fisura, pero más que suficiente para que mañana se abra un poco más. Los rezos ya están puestos, solo hay que seguir trabajando y confiar. Liberarse y confiar.

Espero poder contar otro capítulo de esta historia, apenas un poquito más libre que hoy, algún otro 14 de Mayo o algún otro día cualquiera, lo mismo da.

No hay comentarios: