Hace unos días, viendo el informativo, me acordé de un viejo temade debate de mis epocas de techero: los casos particulares.
El centro de la cuestión era si la organización debía tratar de atender ciertos casos particulares y construir una vivienda a familias que por circunstancias extraordinariasse presentaban como "candidatas". Familias que perdían sus pocaspertenencias en un incendio, gente que quedaba en la calle por perder su empleo, familias hijos enfermos que necesitaban un lugar un poco más digno donde vivir, y muchas otras situaciones mas unidas por un factor común: los medios de comunicación poniendo en el tapete a las mismas.
Nunca logré tomar una postura definitiva sobre el tema.
Por un lado la organización tiene una forma definida de trabajar, que contempla el abordaje de la superación de la extrema pobreza desde el punto de vista de la comunidad. Se buscan los barrios donde trabajar y a partir de allí se intenta generar una sinergía en toda la comunidad para que en conjunto se pueda salir adelante. Por otro lado, es clave el aporte que hagan las familias en ese proceso, no solo para la construcción de su vivienda, sino también involucrandose en ámbitos de decisión y trabajo grupales durante la implementaciónde la segunda etapa del proyecto (la intervención social).
Desde este punto de vista, la atención directa de casos particuales, escapa a este modelo, ya que lo que intenta ser una puerta de acceso a un proceso de trabajo a largo plazo (como lo es la construcción de la vivienda de emergencia), termina siendo el fin mismo de la intervención. Más allá de esta cuestión más bien teórica, hay aspectos más prácticos que complican el involucramiento de la organizaciónen estos casos: dónde construir la vivienda? pueden las familias contribuir a la misma de la forma esperada? cómo hacer el seguimiento?
Desde otro punto de vista, seguramente menos retórico, la cuestión tiene un planteo simple: teniendo nosotros los medios para hacerlo, no merece nuestra ayuda una familia a la que, por ej., se le incendia la casa de lata donde vivían? Sin detenerse en análisis profundos, la respuesta es un sí. Al menos para mi. Es un caso puntual y extremo que a todas luces necesita una respuesta desde todos los puntos posibles y que, ante la casi sistemática inacción del estado, la primera de estas respuestas debería llegar desde las organizaciones de la sociedad civil.
Pensando un poco más el tema desde esta óptica, comienzan a aparecer las interrogantes. Seguramente se puedan encontrar muchos casos particulares, lo que implicaría empezar a evaluar la viabilidad de tratar de ayudar en cada uno de ellos, pero, con qué criterios se puede optar por ayudar en algunos casos y no en otros? Como negar la posibilidad de ayudar a otros una vez que se ayudó a uno? Emergencias, lamentablemte, hay miles, cómo evaluar cuales entran en estos "casos particulares" y cuales no. Imposible...?
Hay otro punto sobre la mesa en esta discusión: debemos responder al reclamo de los medios? Construir una vivienda de emergencia a una familia que nos enteramos a través de los medios que perdió la suya en un incendio, no sería, más allá dela ayuda que se le pueda estar brindando a la familia en una situación tan extraordinariamente complicada, una buena forma de difundir el trabajo de la organización? O sería aprovechar la situación para hacerlo? La línea que separa estos dos enfoques es muy tenue y está dada solamente por la actitud mental que se tenga al momento de tomar la decisión, lo que deja la puerta abierta a la llegada de críticas que pueden terminar provocando algo contrario a lo que se buscaba, dejando en segundo plano el fin mismo de la ayuda.
Muchas cosas sobre la mesa, con argumentos válidos hacia los dos lados y con diferentes enfoques que contraponen cada argumento a diferentes ópticas, lo que hace que cada uno de éstos pueda jugar por sí mismo en diferentes sentidos.
Y así sigo. Sin saber que pensar en estos casos. Aunque ahora,viendolo un poco más de afuera pienso, por qué no ayudar a estas personas y dejarse argumentaciones y retóricas?
El Techo se ha vuelto bastante conocido, lo que lo expone al reclamo de los medios y de la gente. La noticia que dio pie a todo este enjambre trataba de una familia con 14 niños que había llegado a Montevideo desde Paysandú y vivía en el vestuario de una cancha de básquetbol, ante lo que el informativista reclamó la ayuda de todos lo que pudieran, cerrando la frase con "los muchachos de Un Techo para mi país por ejemplo podrían dar una mano..." La respuesta es un simple"El Techo no atiende casos particulares"? Da para volver a pensarlo ¿no?